Se define el sobrepeso como una acumulación excesiva de grasa que resulta perjudicial para la salud. Todo lo que esté fuera de esto, entra en el ámbito estético y de belleza (pero no de exceso de peso). Las diversas herramientas que existen para medir un aumento de peso excesivo son diversas y siempre deben estar apoyadas por el asesoramiento de un profesional de la nutrición. Hoy nos queremos centrar en la obesidad (causas y consecuencias) y en cómo está afectando en España esta epidemia del siglo XXI. ¿Necesitas perder peso?

La obesidad y sus causas 

En los últimos años, se ha prestado especial atención a los facilitadores de la obesidad. Sorprendentemente se están hallando tanto factores genéticos como culturales y sociales que promueven un peso excesivo. Y es que, por una parte, se ha encontrado una relación directa entre un gen y la obesidad pero también hay otros factores como los hábitos alimenticios o indicadores como la pobreza que están directamente asociados a la obesidad. 

El gen FTO vinculado a una mayor tendencia a la obesidad

Hasta la fecha, se habían desarrollado diversos estudios en animales que apuntaban a que este gen podía estar vinculado con una mayor tendencia a la obesidad. Entre ellos destaca el estudio llevado a cabo por el MIT y la Universidad de Harvard en el que se estudiarion 127 tipos de células humanas entre las que se encontró que "el tipo celular más afectado por la variación genéltica en el locus FTO son los progenitores de adipocitos" o, lo que es lo mismo, se halló una correlación entre la variación del gen FTO y un mayor almacenamiento de grasas. 

Lo más interesante de este estudio fue que existe la posibilidad de alterar el ciclo denominado termogénesis que implicaría un claro avance en la lucha contra la obesidad. 

La pobreza y otros factores sociales

La obesidad pasa de ser un problema estético a uno de salud pública en el momento en el que aumenta el riesgo de padecer enfermedades tales como la diabetes de Tipo 2, infartos de miocardio o ciertos tipos de cáncer. Sin embargo, está convirtiéndose en una epidemia que sigue afectando en torno a 600 millones de personas en todo el mundo. En España, el perfil de persona obesa es mujer, pobre y en paro según una Encuesta del INE llevada a cabo el pasado año (2018) y en la que ahondaremos más adelante. 

Para entender esto, hay que comprender por qué la pobreza es un indicador de obesidad en los países desarrollados.  Esto se responde fácilmente gracias a la información recogida por la Organización de las Naciones Unidas para la alimentación y la agricultura (FAO) que ya en 2017 alertaba de que los alimentos nutritivos y frescos eran más costosos para las familias europeas que los envasados y de escasa calidad nutritiva. De este modo, nos encontramos con cifras alarmantes en España como que un 23,98% de las mujeres con bajos recursos en España es obesa y las mujeres de un nivel socioeconómico alto apenas alcanzan un ratio del 7,26%. 

Por su parte, la obesidad infantil está vinculada directamente con las escasas facilidades de conciliación familiar que impiden que los padres puedan prestar atención directa a alimentación de los hijos. Si a esto le sumamos una tendencia cada vez mayor por parte de los poderes públicos de desvincularse de la obligación de controlar los productos que se sirven en los comedores escolares podemos perfilar una situación alarmante que está, a su vez, costando millones de euros al sistema sanitario. Del mismo modo, la FAO ha indicado que los menores son también el grupo más vulnerable no solo por el poco acceso a comedores escolares de calidad sino del acceso a cualquier comedor (debido a las bajas rentas de sus progenitores). 

(Opinión)La solución, una mayor educación nutricional y acceso a alimentos de calidad

En algunos lugares de España como las Islas Canarias, el problema de la obesidad parece estar más relacionado con otros factores diferentes a la pobreza. Esto es debido a que el acceso a productos frescos es mucho más sencillo que en la península. Gracias a los mercados del Agricultor, carnicerías y pescaderías locales con precios sostenibles es relativamente fácil alimentarse mejor de esta manera que comprando alimentos ultraprocesados en las grandes superficies. Sin embargo, hay otros indicadores que entran en juego como son los factores genéticos, las ansiedad que proviene de una situación sociolaboral cambiante y una educación nutricional pobre en la que se confunden los términos "casero" y "saludable". Debemos reclamar un compromiso a nuestros gobernantes para lograr un mayor acceso a información nutricional de calidad y, al mismo tiempo, tenemos que concienciarnos que sin un estilo de vida sano y una alimentación adecuada es muy posible que, de aquí a una década, tengamos que arrepentirnos de haber tomado malas decisiones en nuestro día a día. 

¿Necesitas asesoramiento?  

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*hola@nova-nutricion.com

Fuentes:

 

http://news.mit.edu/2015/pathway-controls-metabolism-underlying-obesity-0819

https://www.ine.es/dyngs/INEbase/es/operacion.htm?c=Estadistica_C&cid=1254736176783&menu=resultados&secc=1254736195295&idp=1254735573175